FLAN DE QUESO CREMA – Suave, Cremoso y Delicioso

Introducción:

 

Descubre una versión irresistible del clásico flan, reinventada con el toque especial del queso crema. Este postre, conocido por su textura suave y cremosa, se eleva a otro nivel de sofisticación y sabor, convirtiéndose en el broche de oro perfecto para cualquier comida. Es una delicia que combina lo familiar con lo innovador, garantizando una experiencia culinaria inolvidable.

El flan de queso crema es ideal para cualquier ocasión, desde una reunión familiar informal hasta una cena elegante. Su preparación, aunque requiere paciencia en el enfriado, es sorprendentemente sencilla, permitiéndote crear un postre que impresionará a todos tus invitados con un esfuerzo mínimo. La combinación de la dulzura del caramelo y la riqueza del queso crema es simplemente sublime.

Esta receta te guiará paso a paso para lograr un flan perfectamente horneado, con esa capa de caramelo brillante y un interior que se deshace en la boca. Prepárate para deleitar a tus seres queridos con este postre excepcional que seguro se convertirá en un favorito en tu hogar. Es una verdadera joya de la repostería casera.


 

Por qué te encantará esta receta:

 

Te encantará esta receta de flan de queso crema porque te ofrece una experiencia de sabor y textura inigualable. La adición del queso crema le confiere una suavidad y una cremosidad extra que lo distinguen del flan tradicional. Cada bocado es un deleite para el paladar, con una riqueza que lo hace verdaderamente especial y memorable.

Además de su exquisito sabor, la facilidad de preparación es otro de los grandes atractivos de esta receta. Con ingredientes comunes y un proceso directo, incluso los cocineros principiantes pueden lograr un resultado espectacular. No necesitas ser un experto en repostería para crear este postre digno de un chef, lo que lo hace perfecto para cualquier persona.

Finalmente, este flan es un postre que impresiona visualmente tanto como al gusto. La brillante capa de caramelo que lo cubre al desmoldar es simplemente cautivadora, convirtiéndolo en un centro de mesa elegante. Es la combinación perfecta de sencillez, sabor y presentación, lo que lo hace irresistible.


 

INGREDIENTES QUE NECESITARÁS:

 

Para el flan en sí, necesitarás una lata de leche condensada de 395 gramos, que aportará la dulzura principal y una textura densa a la mezcla. También será esencial una lata de leche evaporada de 360 mililitros, que contribuye a la cremosidad y ligereza del flan, diferenciándolo de otras versiones. La combinación de ambas leches es clave para el equilibrio perfecto.

El ingrediente estrella que le da el toque especial a esta receta es un paquete de queso crema de 190 gramos, que debe estar a temperatura ambiente para asegurar que se integre suavemente y sin grumos en la mezcla. Complementando estos lácteos, se requieren cuatro huevos grandes, que actúan como el agente aglutinante principal y aportan estructura al flan, asegurando que cuaje correctamente.

Para realzar y armonizar los sabores, una cucharada de extracto de vainilla es indispensable, aportando un aroma clásico y reconfortante. Finalmente, una pizca de sal se incluye para equilibrar la dulzura y potenciar todos los demás sabores, elevando la complejidad del postre. Estos ingredientes se combinan para formar la base cremosa y rica del flan.

Para el caramelo que cubrirá el flan, solo necesitarás dos ingredientes básicos: una taza de azúcar granulada y un cuarto de taza de agua. El azúcar será el componente principal para crear la capa dorada y dulce que caracteriza a todo buen flan. La calidad del azúcar no es tan crítica como el proceso de cocción.

El agua juega un papel crucial al ayudar a que el azúcar se disuelva uniformemente y a que el proceso de caramelización sea más controlado. No añadas más agua de la indicada, ya que esto prolongaría el tiempo de cocción del caramelo. La combinación precisa de estos dos elementos es esencial para obtener un caramelo perfecto, con la consistencia y el color adecuados sin que se queme.

Estos pocos ingredientes son todo lo que necesitas para crear un caramelo brillante y delicioso que envolverá tu flan, aportando una capa de dulzura y un contraste de textura que realza la experiencia general del postre. Su sencillez es parte de su encanto y eficacia en la receta.


 

CÓMO HACER FLAN DE QUESO CREMA:

 

Hacer este flan de queso crema es un proceso que, aunque requiere algunos pasos, es bastante directo y gratificante. La clave está en la precisión de los ingredientes y el cuidado en cada etapa, desde la preparación del caramelo hasta el horneado en baño maría y el enfriamiento adecuado. Cada fase contribuye al resultado final: un flan suave, cremoso y lleno de sabor.

El primer paso crucial es la creación del caramelo, que sentará las bases del postre. Este requiere atención para asegurar que se dore a la perfección sin quemarse, ya que un caramelo quemado amargaría el flan. Una vez listo, se vierte y se esparce rápidamente en el molde, formando la capa brillante que luego cubrirá el flan al desmoldar.

Después de preparar el caramelo, la elaboración de la mezcla del flan es sorprendentemente sencilla, gracias a la ayuda de una licuadora o batidora. El horneado en baño maría es fundamental para una cocción suave y uniforme, previniendo que el flan se reseque. Finalmente, la paciencia en el enfriado es esencial para que el flan adquiera su consistencia perfecta y se asiente por completo.


 

INSTRUCCIONES PASO A PASO:

 

  1. Prepara el caramelo: Para empezar, en una cacerola de fondo grueso, combina una taza de azúcar con un cuarto de taza de agua. Coloca la cacerola a fuego medio. Es crucial no revolver la mezcla una vez que el azúcar comience a disolverse para evitar la cristalización.

    Observa cómo el azúcar se disuelve y comienza a burbujear. Deja que la mezcla continúe cociéndose sin intervención, permitiendo que gradualmente se torne de un color dorado ámbar. La clave es no dejar que el caramelo se queme, ya que esto le daría un sabor amargo. Retira del fuego tan pronto como alcance el color deseado.

    El caramelo caliente es extremadamente peligroso, así que maneja con extrema precaución. Un caramelo bien hecho tendrá un color vibrante y una consistencia suave una vez que se enfríe, formando la capa perfecta para tu flan. La paciencia es vital en este paso.

  2. Cubre el molde: Inmediatamente después de retirar el caramelo del fuego, viértelo con cuidado en el molde para flan que vayas a utilizar. Si usas moldes individuales, distribúyelo equitativamente entre ellos. Utiliza guantes de cocina o un paño para protegerte las manos.

    Con movimientos rápidos y circulares, inclina y gira el molde para asegurar que el caramelo cubra uniformemente tanto la base como una parte de los bordes. Trabaja rápidamente, ya que el caramelo se endurecerá en pocos segundos. Si se endurece demasiado, puedes calentarlo ligeramente de nuevo.

    Deja que el caramelo se enfríe por completo en el molde. Este paso es importante para que el caramelo se solidifique y forme una capa sólida antes de añadir la mezcla del flan. Una vez frío, el molde estará listo para recibir la preparación del flan.

  3. Haz la mezcla del flan: En una licuadora o con una batidora eléctrica, combina la lata de leche condensada, la lata de leche evaporada, el paquete de queso crema a temperatura ambiente, los cuatro huevos enteros, la cucharada de extracto de vainilla y la pizca de sal. Asegúrate de que el queso crema esté blando para que se integre sin problemas.

    Procesa todos los ingredientes a velocidad media-alta hasta obtener una mezcla completamente homogénea y sin ningún tipo de grumos. Este paso es fundamental para asegurar una textura increíblemente suave y sedosa en tu flan. Raspa los lados de la licuadora o el bol si es necesario para asegurar que todo se mezcle bien.

    La mezcla debe tener una consistencia fluida y uniforme, sin pedacitos de queso crema ni restos de yema de huevo sin integrar. Una mezcla bien licuada garantiza que tu flan tenga esa textura fina y delicada que lo hace tan apetitoso. Este paso es la base de la cremosidad final.

  4. Hornea en baño maría: Vierte con cuidado la mezcla homogénea del flan sobre la capa de caramelo ya solidificado en el molde. Hazlo suavemente para no romper la capa de caramelo. Precalienta tu horno a 180 °C (350 °F) antes de introducir el flan.

    Coloca el molde de flan dentro de una fuente más grande y profunda que sea apta para horno. Vierte agua caliente en la fuente exterior hasta que llegue aproximadamente a la mitad de la altura del molde del flan. Este “baño maría” es esencial para una cocción suave y uniforme, evitando que el flan se dore demasiado rápido o se agriete.

    Hornea por un periodo de 50 a 60 minutos. El tiempo exacto puede variar según tu horno, así que el punto de cocción ideal se logra cuando el flan está firme en los bordes, pero el centro aún tiene un ligero temblor. Una vez que lo retires del horno, el calor residual terminará de cocinarlo.

  5. Deja enfriar: Una vez que el flan esté cocido y muestre un ligero temblor en el centro, retíralo cuidadosamente del horno. Con guantes de cocina, saca el molde de flan de la fuente con agua caliente. Es importante no dejarlo en el baño maría caliente, ya que podría seguir cocinándose.

    Deja que el flan se enfríe completamente a temperatura ambiente sobre una rejilla. Este proceso puede tardar varias horas, dependiendo de la temperatura ambiente de tu cocina. No intentes acelerar este paso, ya que un enfriamiento gradual es crucial para la textura.

    Una vez que el flan esté completamente frío al tacto, cúbrelo con papel film o una tapa y refrigéralo por un mínimo de 4 horas. Para obtener los mejores resultados y una consistencia perfecta, se recomienda refrigerarlo de un día para otro. Este tiempo en frío permite que el flan se asiente por completo, que los sabores se desarrollen y que adquiera su cremosidad característica.

  6. Desmolda y disfruta: Cuando el flan esté completamente frío y firme después de la refrigeración, es hora de desmoldarlo. Pasa cuidadosamente un cuchillo delgado y húmedo por todo el borde interior del molde, asegurándote de despegar el flan de las paredes sin dañarlo. Este paso es crucial para un desmolde limpio.

    Coloca un plato de servir ligeramente más grande que el molde sobre la parte superior del molde de flan. Con una mano firmemente sosteniendo el molde y la otra el plato, voltea rápidamente ambos en un solo movimiento. El flan debería deslizarse suavemente sobre el plato, con el caramelo cayendo sobre la superficie.

    Si el flan no se desmolda de inmediato, puedes darle unos ligeros golpecitos al molde o sumergir la base del molde en agua caliente por unos segundos para ayudar a que el caramelo se afloje. Una vez desmoldado, ¡está listo para disfrutar! Puedes decorarlo con frutas frescas, crema batida o nueces picadas para realzar su presentación y sabor.


 

CONSEJOS ÚTILES:

 

Para un caramelo perfecto, es fundamental no remover el azúcar y el agua una vez que están en la cacerola. Dejarlo quieto permite que el azúcar se disuelva y se caramelice de manera uniforme, evitando que se cristalice. Solo inclina suavemente la cacerola si notas que una zona se está dorando más rápido que otra.

Asegúrate de que el queso crema esté a temperatura ambiente antes de mezclarlo con los demás ingredientes. Esto es crucial para que se integre sin esfuerzo en la mezcla del flan, evitando grumos y garantizando una textura suave y sedosa. Si está frío, puedes ablandarlo ligeramente en el microondas por unos segundos.

Para saber si tu flan está listo, insértale un palillo o la punta de un cuchillo en el centro. Si sale limpio o con algunas migas húmedas, significa que está cocido. Si sale muy húmedo, necesitará más tiempo en el horno. Un ligero temblor en el centro es normal, ya que el calor residual seguirá cocinándolo al enfriarse.


 

DETALLES:

 

Tiempo de preparación: 20 minutos Tiempo de cocción: 50-60 minutos Tiempo total: 1 hora 10 minutos (más 4 horas o más de refrigeración)

Rendimiento: 8 porciones Categoría: Postre Método: Horno, Baño María

Cocina: Latinoamericana Dieta: Vegetariana


 

NOTAS:

 

Para una presentación más elegante, considera utilizar moldes individuales para flan. Esto no solo facilita el desmolde, sino que también ofrece porciones controladas y una estética encantadora para cada invitado. Asegúrate de ajustar el tiempo de cocción, ya que los flanes individuales pueden cocinarse un poco más rápido.

Si no tienes un molde para flan, puedes usar un molde para pastel redondo o cuadrado que sea apto para horno. La clave es que el molde sea lo suficientemente profundo para contener la mezcla y que pueda colocarse dentro de otra fuente para el baño maría. Adapta el tiempo de cocción según el tamaño y la profundidad del molde que uses.

Puedes personalizar el caramelo añadiendo un chorrito de esencia de almendras o un toque de ralladura de naranja o limón al azúcar y el agua al principio de la cocción. Esto le dará un aroma y un sabor sutilmente diferentes al caramelo, complementando la riqueza del flan de queso crema y añadiendo una capa extra de complejidad.


 

PREGUNTAS FRECUENTES:

 

¿Por qué mi caramelo se cristalizó? El caramelo puede cristalizarse si se revuelve una vez que el azúcar ha comenzado a disolverse o si hay impurezas. Para evitarlo, no revuelvas el azúcar y el agua; en su lugar, inclina suavemente la cacerola para distribuir el calor. También puedes limpiar los lados de la cacerola con un pincel húmedo para eliminar cristales de azúcar.

¿Puedo preparar el flan con antelación? Sí, de hecho, se recomienda preparar el flan con al menos un día de antelación. Esto permite que el flan se asiente por completo y que los sabores se mezclen y desarrollen, resultando en una textura más firme y un sabor más profundo. Cuanto más tiempo repose en el refrigerador, mejor será su consistencia.

¿Qué hago si el flan no se desmolda? Si el flan no se desmolda fácilmente, puedes intentar sumergir la base del molde en un poco de agua caliente durante unos segundos. Esto ayudará a aflojar el caramelo y permitirá que el flan se deslice más fácilmente. Asegúrate de que el cuchillo haya recorrido bien todo el borde del molde antes de voltear.


 

INSTRUCCIONES DE ALMACENAMIENTO:

 

Una vez que tu flan de queso crema esté completamente frío y hayas terminado de disfrutarlo, es crucial almacenarlo correctamente para mantener su frescura y textura. Para ello, cubre el flan, ya sea en su molde original o en un recipiente hermético después de desmoldarlo, con papel film o una tapa ajustada. Este sellado ayudará a prevenir la absorción de olores de otros alimentos en el refrigerador.

Guarda el flan en el refrigerador. Debido a sus ingredientes lácteos y huevos, es esencial mantenerlo a una temperatura fría para evitar el crecimiento bacteriano y asegurar su seguridad alimentaria. Un flan bien refrigerado conservará su sabor y consistencia óptimos.

El flan de queso crema se mantendrá en perfecto estado en el refrigerador por un periodo de hasta 3 a 5 días. Es importante consumirlo dentro de este plazo para disfrutar de su mejor calidad y evitar cualquier riesgo. Siempre confía en tus sentidos: si el olor, la apariencia o la textura parecen alterados, es mejor desecharlo.


 

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Si te gustó esta receta, seguramente disfrutarás de estas otras delicias cremosas:

Si el flan de queso crema ha conquistado tu paladar, te encantarán otras preparaciones con texturas suaves y cremosas que comparten esa misma cualidad indulgente. Podrías explorar la creación de una Panna Cotta de Vainilla con Coulis de Frutos Rojos, un postre italiano conocido por su sedosa consistencia y su delicado sabor a vainilla, realzado por la acidez de la salsa de frutos rojos. Es elegante y refrescante.

Otra opción deliciosa es el Mousse de Chocolate Oscuro. Este postre aireado y ligero, pero intensamente chocolatoso, ofrece una experiencia de textura completamente diferente pero igualmente satisfactoria. Su cremosidad se logra a través de la incorporación de aire, resultando en una delicia que se derrite en la boca. Es perfecto para los amantes del chocolate.

Para algo un poco diferente pero igual de reconfortante, podrías probar unas Natillas Caseras con un toque de canela. Este postre tradicional español, hecho con leche, huevos y azúcar, ofrece una cremosidad reconfortante y un sabor clásico que evoca la cocina de la abuela. Son sencillas, pero profundamente satisfactorias.


 

CONCLUSIÓN

 

Esperamos que esta receta de flan de queso crema se convierta en una de tus favoritas, un postre que te brinde alegría en cada porción. Su textura inigualablemente suave y su sabor cremoso lo hacen un candidato perfecto para cualquier celebración o simplemente para darte un capricho. Anímate a prepararlo y verás que es más sencillo de lo que parece.

Este flan no es solo un postre, es una experiencia que deleita los sentidos, desde su apariencia brillante hasta su sabor exquisito. Es una prueba de que los clásicos pueden ser reinventados para sorprender y encantar. ¡No dudes en compartir esta delicia con tus seres queridos y crear momentos memorables alrededor de la mesa!

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