Introducción
Las tartas dulces son un clásico en cualquier hogar, perfectas para compartir en familia o disfrutar con un café. Estas cuatro recetas combinan tradición y sencillez, garantizando resultados deliciosos cada vez.
Cada una tiene su propio encanto, desde la clásica Pastafrola hasta la cremosa Tarta de Ricota. Son ideales para principiantes y expertos en repostería, ya que los pasos son claros y fáciles de seguir.
Además, son versátiles: podés adaptar los ingredientes según tus gustos o lo que tengas en la alacena. ¡Manos a la masa y a disfrutar de estos postres caseros!
¿Por qué te encantará esta receta?
Estas tartas son irresistibles por su combinación de texturas y sabores equilibrados. La Pastafrola, con su dulce de membrillo y masa delicada, es un clásico que nunca falla. La Tarta de Ricota, por su parte, es suave y ligeramente dulce, ideal para quienes prefieren postres no tan empalagosos.
La Tarta de Manzana ofrece un contraste perfecto entre lo ácido y lo dulce, con un toque de canela que la hace reconfortante. Por último, la Tarta de Dulce de Leche y Coco es una explosión de sabor, cremosa y con un acabado crocante que enamora a cualquiera.
Además, todas son fáciles de preparar con ingredientes accesibles. No necesitás ser un experto en repostería para lograr resultados increíbles. ¡Son perfectas para ocasiones especiales o para darte un gusto cualquier día!
Ingredientes que necesitarás
Cada receta utiliza ingredientes básicos que podés encontrar en cualquier supermercado. Para las masas, se emplean manteca, azúcar, huevos y harina, mientras que los rellenos varían entre frutas, dulces y quesos frescos.
En lugar de alcohol o derivados de cerdo, estas versiones usan alternativas más simples y universales. Por ejemplo, el dulce de membrillo se mezcla con jugo de limón, y la ricota se combina con vainilla o ralladura cítrica para un toque fresco.
Los moldes recomendados son estándar (redondos y desmontables), lo que facilita el desmoldado y presentación final. Si no tenés uno exacto, podés adaptar las cantidades a lo que tengas en casa.
1. Pastafrola Clásica
Ingredientes para la masa
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100 g de manteca o margarina
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100 g de azúcar
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1 huevo
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1 cdita de esencia de vainilla
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Ralladura de ½ limón
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250 g de harina 0000
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1 cdita de polvo de hornear
Relleno
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400 g de dulce de membrillo
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2–3 cdas de agua o jugo de limón
Molde recomendado
Redondo de 24 cm
Cómo hacer Pastafrola Clásica
Instrucciones paso a paso
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Preparación de la masa: En un bol, batí la manteca pomada con el azúcar hasta que estén bien integrados. Agregá el huevo, la esencia de vainilla y la ralladura de limón, mezclando hasta obtener una crema homogénea.
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Incorporación de los secos: Añadí la harina y el polvo de hornear, tamizados, y uní todo sin amasar demasiado. Envolvé la masa en papel film y llevá a la heladera por 30 minutos para que repose.
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Armado de la base: Estirá dos tercios de la masa sobre una superficie enharinada y forrá el molde previamente enmantecado. Asegurate de que quede pareja y que suba un poco por los bordes.
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Preparación del relleno: En una cacerola, derretí el dulce de membrillo con agua o jugo de limón a fuego bajo, revolviendo hasta que quede una pasta untuosa. Distribuí este relleno sobre la masa.
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Enrejado clásico: Estirá la masa restante y cortá tiras delgadas. Colocalas en forma de enrejado sobre el dulce de membrillo, presionando levemente los extremos para que se adhieran.
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Horneado: Cocina a 180°C por 30–35 minutos, hasta que la masa esté dorada. Dejala enfriar completamente antes de cortar para que el relleno no se desparrame.
Consejos útiles
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Si el dulce de membrillo está muy espeso, podés agregar un poco más de líquido para facilitar el untado.
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Para un acabado brillante, pincelá las tiras de masa con huevo batido antes de hornear.
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Si no tenés un molde de 24 cm, podés usar uno de 20 cm, pero ajustá el grosor de la masa para que no quede muy gruesa.